EL CAJÓN FLAMENCO: SU ORIGEN

En los grupos flamencos, aunque el cante y el baile son los protagonistas, no serían nada sin un buen acompañamiento. Los instrumentos, como la guitarra y el cajón flamenco, son los que dan el compás y aportan el ritmo a los bailaores.

Este instrumento de percusión fue inventado en Perú en el siglo XIX por los esclavos africanos, quienes tocaban a escondidas cualquier cajón para animar sus bailes. Fue así como nació el Cajón Peruano.

El cajón flamenco fue introducido en España por el maestro guitarrista Paco de Lucía.  Lo introduce a la música Flamenca en el 1977 después de viajar en una de sus giras a Latinoamérica y encontrarlo en Perú.

Fueron los Luthiers (Personas que fabrican y ajustan instrumentos musicales) quienes le adicionaron elementos como cuerdas o cascabeles, para mejorar y enriquecer los sonidos.

Hoy el Cajón Peruano es parte del Flamenco; su integración con este género musical es tal, que parece que siempre hubiera estado ahí.

¿Qué es un Cajón Flamenco?

A continuación, comentaremos al detalle las características y los factores para que puedas conocerlos a fondo.

Partes del Cajón Flamenco

El cajón es un instrumento del que se le puede sacar sonido casi de cualquier parte, es un idiófono, ya que todo el cuerpo del instrumento puede servir para hacer música.

Los graves se encuentran en la parte media y los agudos en la superior.

Zonas que componen un cajón:

• La tapa armónica:  Es la parte delantera donde se golpea para emitir los sonidos. Está hecha de madera muy fina y tiene un grosor promedio de 3 milímetros. En la parte superior se encuentran cuatro tornillos que permiten ajustar el sonido.
• Cuerpo:  Estructura de madera que forma el cajón. Consta de:
  • Dos tapas laterales, que sirven de soporte.
  • Una tapa superior, donde se sienta el percusionista.
  • Una tapa trasera, que contiene el orificio por donde sale el sonido.
  • Una tapa inferior, donde se fijan las patas antideslizantes.
• Sistema de afinación:  Solo se encuentra en cajones de gama alta y media. Consta de dos o cuatro cuerdas metálicas, colocadas en paralelo o en “V”, que hacen contacto con la parte interna de la tapa armónica, y se pueden aflojar o tensar para modificar el sonido a gusto del percusionista.
• La tapa armónica:  Es la parte delantera donde se golpea para emitir los sonidos. Está hecha de madera muy fina y tiene un grosor promedio de 3 milímetros. En la parte superior se encuentran cuatro tornillos que permiten ajustar el sonido.

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